LA SEÑAL DE
LA VIRGEN
Trenes en el
viento,
Virgen purísima
y mía,
quien en tu
vigilia
pide: ¡PIEDAD!
Pompa azucena,
señal de soledad,
aire de
mielcita, cansina
rubrica su
mirada
y salpica su
paz.
¡Mirad en los
valles!
Campos
cubiertos por labriegos,
cosechando su
destino
sembrándote una
ofrenda floral.
Límpiame la
herida
y libérame de
penas,
que se rebosó
el vaso
y se hizo
derramar.
Palpita tu
corazón al norte
encendiendo un
horizonte sin par.
Cómo nacen las
flores,
cómo crecen tus
árboles,
cómo riegas la
tierra
y cómo
enmudezco al amar.
Caricia,
fuego aplacado
del rocío,
canta junto al
turpial,
¡Despierta
Virgen Divina
y permíteme
decir: PIEDAD!...
César Borges - CEBA
"Más Allá de la Piel"